Vivir sin Facebook.
Para mí facebook era como una herramienta de curro muy incómoda por la plataforma misma, que los que trabajamos ahí de forma seria casi desde el principio ya sabemos que hay unas condiciones: las suyas. Y que las cambian cuando quieren.
Yo llevaba mucho tiempo queriendo abandonar mi perfil de facebook y mantener un perfil sin otra actividad que no fuera estrictamente profesional. Después de 4 años de despotricar, lo he hecho ahora, cuando me ha obligado a cambiar mi nombre por el nombre que pone en mi DNI.
Me avisó un buen día. Me deslogueó y para loguearme de nuevo me dijo que o les mandaba mi dni o tarjeta de crédito para cotejar el nombre o que no me dejaban entrar. Bueno, se portaron bien y me dieron una semana para que se lo mandara.
Para mí fue la gotita que colmó el vaso.
Primero me cambió condiciones de desarrollo de apps en los que varios clientes palmaron pasta y nosotros tuvimos que cambiar acciones y campañas. Después me cambió las condiciones de separación de amigüitos y mis listas se quedaban con los amigüitos que estaba, no pude añadir más y tenía que separarlos según SUS divisiones. Después me cambió las condiciones de privacidad y veían mis publicaciones más personas de las que yo quería. Después cambiaron y descambiaron interfaces como locos. Después le dió por pensar que sabía más de mí que yo misma y me empezó a sesgar la información que yo quiero ver contextualizándola con la de que mis colegas quieren ver.
Y mis muros se llenaron de perritos y gatitos. Y los muros de mis amigos, claro, porque poca cosa tan irresistibles hay como perritos y gatitos. En ese momento tenías que decirles a tus amigos que lo sentías mucho, pero que si no querían ver perritos y gatitos que no les dieran a las fotos, que es que facebook pensaba que quería ver perritos y gatitos antes que cualquier otra cosa.
Y mientras te encontrabas con fotos y páginas de maltrato animal (y no animal) que no baneaban porque cumplían sus normas pero como subas un pezón te banean la vida entera.
También mientras iban cambiando “el algoritmo” y como currante te complica la existencia, porque poca gente ve lo que publicas. Cada vez menos. Y los más antiguos del lugar sabemos que facebook lo que quiere es cobrar porque es una herramienta maravillosa de publicidad segmentada y se lo dices a los clientes y te dicen que ellos no quieren pagar. Y tú les dices que te parece estupendo, pero facebook manda y facebook quiere cobrar. Y en cada informe explicas que hay un par de posts que merecen ser vistos por más gente y que con unos euritos todos estaríamos más contentos. Facebook los primeros y si facebook está contento, todos estamos contentos.
Con cinco años de uso profesional y personal de la plataforma ya sabes que sólo hay una cosa para no jugar según sus reglas: pirártelas.
Y cuando me hicieron poner el nombre de pila decidí que era el momento.
En esa semana de marge me hice administradora de las páginas que gestiono con mi perfil nuevo. Avisé a los más amigos y me mandaron en privado una docenita de correos electrónicos de gente que me aprecia y chinpún.
He tenido que aceptar a dos amigas para que me aceptaran en un grupo privado donde estamos trazando un plan de dominación mundial con la protección animal por delante.
Hay cosas que echo de menos… Sobretodo las tonterías ENORMES de Marisol, Rosa, Mercé y la vida diaria de varias personitas. Pero me gusta mucho tener la sensación de que he salido de unas normas que no me gustaban.
Igual recupero el perfil si algún día lo necesito. Facebook no es tonto y a las dos semanas de no meterme en el perfil me avisó de que me quitaría la URL. Pues mala suerte…
Llevo como dos años y medio viviendo sin whatsapp, y ahora vivo sin facebook… Y no pasa nada.
Al final, nada es tan importante y no pasa nada.
Claro que no pasa nada.
A mí de momento no me han pedido el DNI, mi verdadero nombre o una tarjeta si llega, cerraré la cuenta, ya que la uso para publicar los posts, noticias de mi interés, y alguna que otra foto de excursiones.
Es una cuestión de balance: qué me pide facebook? Qué me da? Mi balance no está equilibrado. Ergo, me las piro. No se trata de ser tozudo sino consciente y actuar en consecuencia. =/
Ánimo Tona. Te sigo de vez en cuando y estoy de acuerdo contigo. Yo ni siquiera me hice perfil de face, cuando ví de qué se trataba. Hay vida después de Wasa y Face. A los diver-gentes, siempre nos quedarán las charlas de café.
Un abrazo,
Antonio. (Amigo de Abraham de El Terreno)
Yo creo firmemente que quedan un melón que abrir, y que se abrirá pronto de forma masiva: a quién decidimos regalar nuestros datos. Es un tema de militancia. Nosotros como individuo no valemos ná, pero nuestros datos en bloque son valiosísimos para la publicidad de las empresas, por decir lo más inocuo. Yo le doy mis datos a google, que es el mal, pero que me da el mejor webmail del mundo, calendario y hasta un sistema operativo. Meter mis datos para que facebook lo use como facebook quiera como facebook quiere, pues es que no me apetece…
Y del café… una cosa no quita la otra, El face no sustituye (o no debería) a las charlas de café, pero hace demasiado que nosotros no nos vemos! =)
No em cau bé facebook, és un sentiment que no tenia al principi. Un vaig obrir el perfil tenia un sentit, podies relacionar-te, era intuïtiu, d’alguna manera més humà. De mica en mica s’ha convertit en un monstre que ho difereix tot: és la bèstia que mana amb mà férrea i no et permet veure que fa la gent que t’interessa ni que et vegin a tu. T’entenc Tona. I ara em cau pitjor.
Despues de tanto perseguirnos acabo de descubrir tu blog. Me gusta y el razonamiento de FB me hace sentir menos raro