Siguiendo con el tema administración

Adapto lo escrito en el debate en facebook

SANY0090_bParece que en lo que estamos de acuerdo todos es que para que sea efectiva la participación, lo más sencillo es identificar y actuar sobre los entornos en los que la implantación de medios participativos sea útil, como dice Mónica, dónde hay proyectos existentes a los que pueda sumarse la administración. Pueden ser online u offline. Quizás uno de los errores sea querer pasar a online relaciones que son offline. Ya se ha comentado que no todos los ciudadanos acceden actualmente a internet de una forma participativa, pero si estamos aquí es porque pensamos que en un futuro no muy lejano una parte importante puede hacerlo, y ahí está el cambio.

Por otro lado se ha hablado de las subcontratas y del liderazgo. Veo dos temas muy relacionados. Nos encontramos con que el que “manda” el proyecto puede ser un cargo político (como comenta Anna), y puede ir cambiando el objetivo del proyecto según sus objetivos en un momento determinado de la legislatura. Si a eso le sumamos que por las fases en que se desarrolle el proyecto pueden entrar diferentes empresas en cada fase, que se puede dar el caso que sean empresas que no tengan grupos de trabajo cohesionado sino contratados para este proyecto determinado y que (para más inri) puedan no estar especializadas en el tema sino ir por el negocio, el rumbo y el ritmo del proyecto pueden cambiar mucho. No es culpable la subcontrata, sino el hecho de que nos encontramos ante un cambio en el enfoque. Las subcontratas son necesarias para poner en marcha proyectos puntuales antes de que se valore si esas plazas van a salir a convocatoria pública. Aquí se podría aplicar la agilidad que demandamos a la administración? Pues no sé… Difícil, porque implica cambiar métodos de contratación.

En referencia al tema de los objetivos según el momento legislativo y el político que lidere el proyecto, totalmente de acuerdo con José Ignacio, en que los primeros que tienen que cambiar el chip, o cambiar todos ellos o abolirlos, son los jefes de los gabintes de prensa, ellos, muchas veces por desconocimiento, pinchan para que se tomen ciertas acciones propagandísticas, o al revés, que no se tomen…

En cuanto a la predisposición/ educación/ cultura interna, puede ser un problema que no haya una costumbre por parte del funcionario en colaborar. Las subcontratas (entre las que me hallo), trabajamos por proyecto. Se dan casos en que los subcontratados no somos tratados como trabajadores del equipo por no ser de la misma empresa. La cultura colaborativa tiene que entrar en la administración. Y lo peor es que ya hay muchos trabajadores que la demandan. Abrir la administración implica al ciudadano, pero también (como ya hemos dicho) al funcionario que puede, con esa colaboración, mejorar procedimientos. Nadie más que ellos saben cómo funciona la administración y qué cosas son mejorables dentro de unos márgenes tan estrictos, burocratizados y jerarquizados.

Para mí, la gracia de abrir la administración es pasar de la versión del todo por el pueblo pero sin el pueblo en el que estamos metidos, a una forma de gobierno participativa, donde el ciudadano pueda opinar e intervenga directamente en ciertas decisiones.

Considero que en administraciones locales, que son las que más influyen en el día a día del ciudadano son en las que más fácilmente se pueden detectar estas necesidades, fijar estos objetivos, desarrollar las acciones y baremar los resultados.

A pesar de todos los inconvenientes que estamos poniendo, considero que es algo que se puede hacer. La administración puede abrirse y facilitar trámites al ciudadano (y trámites inernos) aplicando tecnología, peeeeeeeero, si conseguimos apartar la publicidad y la conveniencia política de ciertas aciones, haciéndolas tan obvias como empiezan a ser las que tienen que ver con administración electrónica, conseguiremos una administración partipativa, ágil, conveniente para el ciudadano y con unos resultados más allá de elecciones y de partidos políticos. Lo que debería ser, vamos.

Yo, llamadme inocente, lo veo posible.

Y vale, acepto que me llaméis burra y/o exagerada por las implicaciones déspotas de lo de todo por el pueblo pero sin el pueblo, pero así me siento cuando he visto cómo levantaban la ciudad en la que vivo 75 veces por motivos diferentes, y sigue la ciudad levantada con el Plan E, hay calles en las que no puede pasar una persona mayor, o un carrito con bebés,y se supone que tengo que dar las gracias. Y el derecho al pataleo que no me lo quiten…

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